Una punk en China
Mian Mian
La novela Caramelos de la escritora china Mian Mian estuvo censurada durante años por contar la adolescencia punk en un país donde, se supone, no existen los punk y a los disidentes se les encierra. Ahora, la escritora nacida en 1970 es una celebridad en China, su novela un bestseller y la editorial La Factoria de Ideas la traduce al castellano.
Dice la nota en el ADN.es:
Nacida en 1970, era una adolescente de 19 cuando el Ejército masacró a tiros a los universitarios que protestaban en la plaza de Tianamen. Aun siendo una pequeña celebridad de la ruptura, Mian prefiere no hurgar en una herida aún por restañar. “Intento de verdad no ser una víctima”, apunta, ahora en promoción por la publicación en España del libro Caramelos (La Factoría de Ideas), “Soy budista y sólo me gustaría que la gente entendiera de dónde viene nuestro sufrimiento”.
Editada en 2003 y prohibida en China durante una década, Mian firmó una novela de iniciación en clave punk y con aires de malditismo sobre una chica que se enamora de un músico con el que se ve arrastrada a la típica espiral de drogas, alcohol y excesos varios.
Hija de intelectuales chinos y escritora precoz -comenzó a los 16, mientras trabajaba en un club de jazz y posaba desnuda para revistas-, es considerada por el Gobierno chino como “el más claro ejemplo de contaminación espiritual”.
“Prohibieron mis libros durante muchos años. A veces, las notas de los censores me hacían reír con el corazón roto. A veces sólo lloraba, pero otras era gracioso porque decían que no escribiera sobre fiesta, fiesta, fiesta”, apunta.
En sus respuestas por correo, Mian evita algunos temas (ejemplo: Ai Weiwei), quizás por cansancio: “Todos mis novios fueron europeos y yo aprendí mucho cuando me empezaron a traducir en muchos países. Siempre que venía gente del resto de Europa a China querían conocerme y que les explicara todo. Pero creo que si quieres escribir debes intentar no ser famoso, así que ahora sólo concedo entrevistas cuando estoy de promoción”, apunta. Y añade: “Me han publicado en muchos países y no quiero limitarme a escribir de sexo o de mi herencia cultural”.